Descubre un santuario natural llamado Santander

La región santandereana es una de las zonas colombianas con uno de los mayores contrastes en su geografía. La Cordillera Oriental ha engalanado a este departamento con uno de los sistemas montañosos más robustos del país, un complejo de páramos que desde su interior dan origen a importantes fuentes hídricas, bosques de montaña y humedales que dan vida a una espléndida variedad de flora y fauna.

Santander es un lugar fascinante, en donde resaltan las bondades de los ecosistemas, la variedad de sus climas, las experiencias únicas y la amabilidad de su gente, posicionando a este departamento como uno de los destinos turísticos más importantes en Colombia y Sudamérica.

En medio de las montañas de esta región recibe a quienes llegan uno de los paisajes más increíbles, se trata de El Cañón del Chicamocha, el segundo más grande del mundo con más de 108.000 hectáreas y 2.000 metros de profundidad. Este accidente geográfico, que enorgullece a los santandereanos, se ubicó en el grupo de los 261 lugares nominados a convertirse en una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo.

Sus impresionantes elevaciones, depresiones y curvas se convierten en un alucinante espectáculo para quienes tienen el privilegio de contemplarlo. También se encuentran especies de flora, fauna únicos, tal y como lo es el ‘barrigón’ o ceiba barrigona, el árbol insignia de Santander y un aguerrido exponente de una tierra áspera y difícil. 

La magia continúa para quienes pisan el departamento desde el noreste del país, descubriendo otro de los regalos de la naturaleza a esta tierra. En medio de caminos agrestes, con empinadas montañas y espesa niebla, se halla uno de los tesoros hídricos de Colombia: El Páramo de Santurbán, donde el silencio de las montañas, el agua helada de las cascadas y la belleza paisajística de los frailejones dan origen a un complejo de 40 lagunas.

En este lugar se puede contemplar gran diversidad de especies endémicas, el avistamiento de aves como el águila crestada y el cóndor de los Andes, además de la riqueza floral como la orquídea epidendrum chioneum, única en el país, cubierta por delgadas capas de hielo.

La riqueza natural es incalculable, gracias a lugares que logran dejar sin palabras como la caverna en el municipio de Mogotes que, a más de 100 metros de profundidad, alberga miles de aves, por eso lleva por nombre el Hoyo de los Pájaros; o la quebrada Las Gachas en el municipio de Guadalupe, asombrosa por sus enormes cráteres naturales que logran formar a lo largo del riachuelo especies de ‘jacuzzis’ naturales. 

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