Pueblos de encanto en el Quindío

Los municipios del Quindío encierran en su arquitectura grandes historias de vida, tradición y costumbres. Aquellas grandes casonas con sus puertas y balcones adornados con flores, los solares inmensos y los colores vívidos, reflejan los relatos de los abuelos.

En los pueblos, las casas neogranadinas, fueron construidas como estancias alrededor de uno o varios patios, que reflejaban la proveniencia andaluza de los conquistadores. Colores, teja de barro, grandes ventanales, puertas y balcones en madera mantienen viva la arquitectura de la colonización antioqueña, en los doce pueblos con encanto que se ubican en el departamento del Quindío.

Puesto que la herencia española no dejó solamente una lengua y tradiciones, sino que también levantó los cimientos de las edificaciones de las primeras ciudades de América, que seguían los principios constructivos y tipológicos de la metrópoli, pero adaptados relativamente a las condiciones del lugar. El resultado en este lado del mundo, fue una mezcla pintoresca de paisajes, colores y materiales, con los principios renacentistas y, posteriormente, barrocos vigentes en España.

Las emblemáticas plazas, o parques principales, dan muestra de la conservación y  vigencia de las tradiciones, las creencias religiosas y su tipificación a lo largo de la historia como referentes cívicos de interacción social, comercialización del café y demás productos que se cultivan en el campo. Tranquilidad, calma y belleza se muestran a lo largo de las cuadras, calles y vías de los municipios quindianos, distinguidos no solo por su belleza y riqueza histórica, sino por la amabilidad, costumbres y hospitalidad que caracteriza a los lugareños. Diseños elaborados con materias primas como lo son la hoja caulinar de la guadua, la madera, el bejuco y algunas semillas enriquecen la vitrina permanente de artesanías.

Ubicado al nororiente del departamento, el municipio de Salento, llamado el padre del Quindío y cuna del árbol nacional, la Palma de Cera, se caracteriza por su excelente conservación arquitectónica. Casas construidas en  bahareque  y tapias de barro, son realzadas por pintorescos colores que hacen juego con las pequeñas callecitas que hacen de este corregimiento una joya de la arquitectura nacional. La iglesia de Nuestra Señora del Carmen, la Calle Real, el Mirador y Alto de la Cruz, su entorno verde y natural, y la gastronomía típica referenciada en la trucha y el patacón con hogao, son otras más de sus características.

Además de Salento, el Quindío cuenta con 10 municipios más y su ciudad capital, Armenia, las cuales distintivamente hacen gala de las bondades paisajísticas, atractivos, actividades, gastronomía, café y la magia que envuelve y enaltece el entorno verde y natural del Paisaje Cultural Cafetero.

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