Cuba, un destino amigable con el ambiente
Los hoteles Meliá Las Américas y Royalton Hicacos, ubicados en Varadero, recibieron el Premio Nacional Ambiental que otorga el gobierno cubano a aquellos resorts que apliquen altos estándares sostenibles.
Gestionar un enorme resort al borde de una playa no es en manera alguna un sinónimo de depredación ambiental y el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba lo tiene bastante claro.
Es por ello que, para reconocer los esfuerzos de los hoteles en el cuidado del ambiente y el uso sostenible de los recursos, prácticas que por cierto son muy bien valorados por muchos de los actuales viajeros, entrega cada año un importante reconocimiento: el Premio Nacional Ambiental.
En esta ocasión el premio fue para dos hoteles ubicados en el mundialmente famoso balneario de Varadero: Meliá Las Américas y Royalton Hicacos, manejados por compañía cubana Hoteles Cubanacán.
No se trata de un reconocimiento menor. Obtener este premio implica que todo el personal de los hoteles se ha volcado a poner en marcha medidas bastante beneficiosas para el medio ambiente.
Las playas: ecosistemas que necesitan cuidado
Meliá Las Américas, por ejemplo, un hotel de 340 habitaciones y todas las comodidades que exige un turista internacional, ha implementado una serie de medidas para hacer uso racional del agua y la energía, así como el aprovechamiento de las aguas residuales.
Otro aspecto clave para la conservación de este destino y que hizo al hotel merecedor del premio es el vertimiento de arena en la playa; una medida bastante útil para lograr lo que los expertos ambientales denominan “restauración de la duna”.
Los turistas no tienen por qué saberlo ¡aunque quizás deberían!, pero lo sistemas dunares costeros, también llamados coloquialmente playas, son uno de los ecosistemas más afectados por la presión humana, más concretamente por el turismo.
En el caso de Cuba, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente desarrolla un trabajo a favor de las buenas gestiones de playa. Según manifestó un experto de la entidad a la televisión de ese país, se ha logrado la eliminación de plantas invasoras y la “restauración geomorfológica del sistema dunar”.
Básicamente se trata de que los hoteles contemplen en sus planes de mantenimiento e inversión las construcciones de pasarelas para proteger este ecosistema, tan valorado por su calidez y belleza entre miles de viajeros de todo el mundo que llegan cada año al destino. Es precisamente lo que ocurre con Meliá Las Américas.
Lo propio sucede con el resort Royalton Hicacos, de la cadena Blue Diamond, que de la mano de sus empleados decidió jugársela para obtener este premio.
Detrás de las lujosas instalaciones de este complejo solo para adultos se esconde un importante trabajo en el uso racional de energía: por ejemplo detectores de presencia, lámparas LED fotovoltaicas y enfriadoras con tecnología de punta. Además se invirtió en espejos de agua, que es uno de los grandes valores paisajísticos de este resort.
Muy pronto, las fronteras de Cuba estarán nuevamente abiertas y estos dos excepcionales resorts del famoso balneario recibirán nuevamente a turistas del mundo entero. Todos ellos podrán tener la tranquilidad de que su comodidad, confort y experiencias memorables, serán adecuadamente gestionados.
