A rodar por el piedemonte llanero
Con cuatro recorridos especialmente diseñados y una espectacular geografía que combina la montaña y la llanura, Villavicencio se ha posicionado de a poco como un destino ideal para recorrer en bicicleta.
Pocos destinos en Colombia han avanzado tanto en el nicho particular del “biciturismo” como Villavicencio. Situada en el piedemonte de la Cordillera Oriental, al noroccidente del departamento del Meta, la “hermosa estampa tropical”, como reza su himno, es la puerta a los inmensos llanos orientales, un punto de partida imperdible para conocer los atractivos únicos de la Orinoquia y un destino ideal para recorrer en bicicleta en razón de las características particulares de su geografía. Así lo ha entendido la comunidad y el mismo gobierno local, que en los últimos años ha formulado una apuesta decidida por la bicicleta como medio de transporte, entretenimiento, vida sana e incluso como atractivo turístico.
Con tres salidas estratégicas hacia diferentes puntos del departamento, la comunidad de ciclistas villavicense ha creado a lo largo de los años por lo menos cuatro circuitos que tocan las vías que conducen a los municipios de Restrepo, Puerto López y Acacias. No es extraño entonces que a eso de las 5:00 am ya pueden encontrarse rodando por estas avenidas entre 4 mil y 6 mil personas, amantes fieles del que para muchos es el verdadero deporte nacional: el ciclismo.
Se trata de recorridos que se han ido consolidando en el tiempo y que hoy, gracias al despertar turístico que experimenta el Meta, se revelan como un valor agregado invaluable para el inventario turístico de su capital.
De ahí que el Instituto de Turismo de Villavicencio haya decido institucionalizar y visibilizar cuatro “bici rutas”, mediante su medición, caracterización y divulgación por diferentes medios, incluida la página web de la entidad. Allí están disponibles todos los detalles técnicos de los recorridos, recomendaciones necesarias e información vital tanto para los ciclistas más avezados y resistentes como para los amateurs que solo quieren rodar tranquilamente por tierras llaneras. Y es que, más allá del deporte y necesidad de ejercitarse, andar en bicicleta por los alrededores de Villavicencio puede ser una experiencia bastante agradable y enriquecedora.
Fotos: Bici-Tour de los Llanos
Por la vía a Restrepo
Salir un fin de semana a comer pan de arroz por la vía a Restrepo o deleitarse con la mejor carne a la llanera por las inmediaciones de Cumaral, es uno de los planes recreativos más clásicos de los villavicenses y por añadidura a los turistas que llegan a la ciudad. Sin embargo, esta vía que discurre junto a la montaña, ofrece dos circuitos bastante especiales para los ciclistas con unas buenas dosis de paisaje y una probadita de montaña.
La primera ruta georreferenciada e incluida en el sitio oficial de la IMBA (International Mountain Bicycling Association), es la llamada Puente Abadía. Se trata de un recorrido de 25,8 kilómetros calificado con dificultad “fácil-intermedio”, con 497 metros de ascenso y un 74% de trayecto en terreno destapado.
¿Cómo hacerla? Basta cruzar el puente del río Guatiquía y llegar a la rotonda contigua al famoso restaurante El Amarradero, punto de partida de la ruta. Luego de 2.4 kilómetros de vía pavimentada, inicia el primer ascenso y se da paso al terreno sin asfalto con bosque a ambos lados del camino. A lo largo de descensos sinuosos y poblados de vegetación, los aventureros podrán divisar una maravillosa vista del río, disfrutar de varios sitios panorámicos e incluso sortear un puente colgante que le da nombre a la ruta.
La segunda ruta georreferenciada, llamada Entre Ríos, parte del mismo lugar (rotonda contigua a El Amarradero) pero tiene una dificultad menor y una extensión menor (29,4 km), aunque el 40% es por vías destapadas. Es una ruta ideal para disfrutar de forma suave y pausada de las veredas y parajes por los alrededores de Villavicencio y Restrepo, pasando por el cauce de riachuelos y quebradas e internándose por una zona de fincas y hoteles.
Buenos Aires para los profesionales
La ruta de Buenos Aires en Villavicencio es una de las escaladas más fuertes que se puede encontrar en ciclo montañismo. Con el Centro Comercial Primavera como punto de partida, la ruta tiene una extensión de 10,9 kilómetros y un ascenso de 444 metros sobre carretera terciaria semi destapada. El recorrido, que en su fase inicial implica atravesar la vía a Bogotá, toma dirección hacia el sector de El Carmen, también famoso por ser ruta de senderismo. Una vez franqueada la avenida, los ciclistas se enfrentarán al fuerte ascenso de una pendiente de 16% de inclinación, con la posterior recompensa de disfrutar de miradores y una panorámica maravillosa de la puerta del llano.
Ruta Unillano: A Campo Abierto
Se trata quizás de la ruta más relajada de las cuatro propuestas y por lo tanto la mas larga con 35,4 kilómetros de extensión. Destinada para pasear con amigos o la familia, el recorrido tiene el valor agregado de tocar dos vías estratégicas: inicia por la vía que conduce a Puerto López y retorno por la vía que de Acacias conduce a Villavicencio. El recorrido comienza pasando por la Universidad del Llano (Unillano) que da nombre a esta ruta, pero pronto se desvía en una lenta transición a caminos veredales, planos y destapados que permiten experimentar el paisaje llanero, cruzar riachuelos y culminar degustando las famosas frutas que se ofertan en la vía a Acacias.
Bici travesía Bogotá-Villavicencio: Una experiencia única
Adicional a las cuatro rutas mencionadas, en los últimos tres años la Alcaldía de Villavicencio y el colectivo de ciclistas “bici-navegantes”, en coordinación con las múltiples entidades y autoridades involucradas, han realizado la bici travesía en la vía Bogotá-Villavicencio. Partiendo del Parque El Tunal y llegando al Parque Los Fundadores en Villavicencio, este increíble recorrido que tiene lugar una vez al año, contempla un esfuerzo logístico bastante grande, pero entrega una recompensa y satisfacción única a sus participantes. Y es que cruzar parte de la cordillera oriental en bicicleta, incluyendo los múltiples túneles, es una experiencia que queda en la memoria de los participantes, que el año pasado llegaron a 7 mil. Además, contrario a lo que puede pensarse, la ruta no es alta de dificultad.