Tango: Casablanca vuelve a la escena en Buenos Aires

La escena del tango y el turismo en la capital argentina volvió a recibir por estos días a uno de los protagonistas más ilustres. Luego de 20 años con el telón cerrado, la emblemática Casablanca reabrió sus puertas en San Telmo con un espectáculo de clase mundial y todo el peso de la historia porteña ¡Imperdible!

Fotos por: Mayra Kohan

No se trató de una apertura más en medio de la ya portentosa oferta de shows de tango en la capital argentina. La esperada Avant première,celebrada el pasado 21 de enero, no pasó desapercibida en los círculos turísticos y conocedores de este género musical en Buenos Aires y no era para menos. Casablanca está ubicada enBalcarce 668 (o “la calle de la música”) en el casco histórico de San Telmo y es recordada por ser una de las pioneras y principales casas de tango que vivieron su apogeo a fines de los años 60 y que brillaron durante décadas.

Todo este esplendor de antaño, engalanado con detalles propios de la identidad rioplatense, volvió a la escena este 2022 con un show “elegante, sofisticado y visualmente muy bello”, que promete convertirse en un atractivo imperdible para los viajeros que llegan al destino. Así lo manifestó Lilian Carcavallo, propietaria de la renovada tanguería, además de productora y directora general del espectáculo.

“Me enamoré del abrazo del tango, de ese abrazo interminable y de todo lo que el tango tiene para dar”, afirmó Carcavallo y recuerda que para su esperada reapertura Casablanca fue restaurada respetando su estética original y cuidando hasta el más mínimo detalle de su ambientación, lo que la convierte en “la casa de tango con más glamour de Buenos Aires”. 

“Por acá pasaron los más grandes, esto es un templo del tango”, afirma la propietaria, cuyo protagonismo en este prometedor renacer no es precisamente una casualidad. Carcavallo pertenece a una familia de empresarios teatrales: su tío abuelo, Pascual Carcavallo, estuvo al frente del Teatro Alvear y su padre se dio el gusto de presentar a Carlos Gardel en su última actuación en Buenos Aires.

La experiencia de su gestora y la conformación de un excepcional equipo de músicos y bailarines quedaron plasmadas en el exitoso debut de temporada del 21 de enero pasado. Un grupo de 120 asistentes (agentes de viajes, organizadores de eventos, periodistas) pudo apreciar lo que desde ya se revela como una gran propuesta artística con un impactante despliegue escénico. La idea es ratificar por qué el tango en Buenos Aires es el producto turístico por excelencia.

¿Qué ofrece Casablanca?

En un magnifico piano blanco comienzan a sonar los acordes del tema principal de la película Casablanca (1942), evocando así el ambiente cinematográfico del inolvidable film dirigido por Michael Curtiz ¡Buen comienzo! Es el punto de partida para lo que vendrá: un gran despliegue escénico que pone de manifiesto el virtuosismo de un grupo de jóvenes y talentosos artistas.

¿Quiénes son? Por un lado Ariel Altieri, que pone su voz sobre el escenario y es responsable de la apuesta junto a la coreógrafa Débora Agudo. “Vamos a volver a instalar Casablanca en la escena porteña”, afirma el cantante, acompañado de su par femenina y cuatro parejas de bailarines que, como podrá adivinarse, hacen gala de una inusitada destreza en la ejecución de esta danza reconocida por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Para responder a esta responsabilidad se encuentra la orquesta de Ariel Rodríguez, enclavada en un sector elevado que balconea sobre el salón. Los músicos, capítulo aparte en este espectacular show, le imprimen la fuerza y el carácter necesario a cada pieza, ya sea en el fantástico Tanguera del maestro Mariano Mores, en el nostálgico Adiós Nonino de Piazzolla o cualquiera de las otras piezas que prometen hacer vibrar las fibras más íntimas de los asistentes.

La gastronomía, por su parte, estará a cargo del vecino café Molière, que contará con diferentes propuestas para todos los visitantes. Las funciones se realizarán los viernes, sábados y domingos a las 21 horas en un recinto que puede llegar a albergar a 300 personas. Pero no es todo. Luego habrá clases de tango y más tarde milonga para los que se quieran quedar a bailar en este sitio reconocido de Interés Cultural por el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

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