Turismo de aventura, clave para la recuperación del país

El Acuerdo de Paz posibilitó explorar zonas antes vetadas para los viajeros nacionales y extranjeros. Son cientos de espectaculares parajes que están a la espera del retorno de los viajes en el marco de la “nueva normalidad”.

Un informe de Ostelea, Escuela de Management en Turismo, resaltó que Colombia tiene todas las posibilidades de aprovechar el turismo de aventura como pilar de la reactivación del sector. El estudio, detalla que no solo se puede apalancar con la llegada de viajeros extranjeros, sino que el turismo nacional también podría beneficiarse.

Esto basado en las cifras de la Dirección de Metodología y Producción Estadística (DANE), las cuales revelan que en 2019 el 12,4% de la población nacional realizó turismo interno, y cada persona gastó en promedio 18,4 dólares por día. Gran parte de los turistas se movilizaron por vías terrestres (vehículo particular 45,1%), mientras que el 38,4% utilizó el transporte terrestre público. El 13,4%, restante se trasladó en avión.

Este tipo de turismo tiene lugar en destinos con características geográficas y paisajes específicos, además de que tiende a asociarse con una actividad física, intercambio cultural, interacción y cercanía con la naturaleza. La Asociación de Viajes de Aventura (ATTA), lo define como un viaje que incluye al menos dos de los siguientes tres elementos: actividad física, entorno natural e inmersión cultural. Si bien la definición solo requiere dos de estos componentes, los viajes que incorporan los tres tienden a ofrecer a los viajeros una experiencia más completa.

En Colombia, los viajes de aventura han demostrado un crecimiento significativo en los últimos diez años, el cual viene en respuesta a las tendencias globales. A lo anterior, se debe resaltar que muchos de los lugares donde se realiza este tipo de turismo, fueron -durante mucho tiempo- sitios vetados por la guerra y después del proceso de Paz, han podido ser visitados. Muchas de las iniciativas en este segmento, se han dado por medio de comunidades que sufrieron el conflicto armado de una manera profunda y encontraron en el turismo oportunidades para rehacer la vida.

Las actividades más conocidas son: expediciones arqueológicas, festivales locales, avistamiento de aves, campamento, canotaje, espeleología, escalada (roca, montaña, hielo), cruceros, actividades culturales, eco-turismo, educación, medioambiente, pesca, caminata, cabalgatas, kayak (mar, lagunas y río), rafting, orientación, expediciones, navegación, buceo, skiisurf y trekking, entre otros.

Lugares reconocidos

Para conocer un poco de cómo apoyar sitios en el país, hay zonas que se han especializado en el sector de aventura, aprovechando su esencia natural. Entre las más comunes podemos encontrar:

Escalada en Roca: Suesca (reconocido mundialmente por este deporte), Cundinamarca, Boyacá, Santander, Valle del Cauca y Nariño.

Parapentismo: Sopó y Antioquia.

Rafting: Tobia, Nimaima, San Gil y río Pato.

Montañismo: el Cocuy, y el Parque Nacional de los Nevados.

Ciclismo en cualquier región del país, con mayor frecuencia en Boyacá, Cundinamarca y Antioquia.

Caminatas y trekking: Colombia tiene una innumerable cantidad de caminos por, desde caminos reales, de herradura, indígenas y rutas campesinas que están a la disposición de ser recorridas. Regiones como Santander, Boyacá, Cundinamarca, Antioquia, Tolima y el eje cafetero, hacen parte de las opciones, con diferentes climas y ambientes que valen la pena conocer.

Fauna marina: al contar con dos océanos, hay un abanico de experiencias totalmente diferentes, aptas para los más aventureros como para los que apenas empiezan.

Fauna y flora: mundialmente, somos reconocidos como el segundo país en Biodiversidad. El primero en especies de aves y orquídeas; el segundo en riqueza de plantas, anfibios, mariposas y peces de agua dulce; el tercer país en número de especies de palmas y reptiles; y el cuarto lugar en mamíferos.

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