Chocó, paraíso natural y ancestral

Playa Blanca

Entre aguas profundas y tierras enriquecidas, el Chocó resguarda el milagro de la vida y los secretos de la naturaleza para cualquiera dispuesto a descubrirlo.

Mientras las aguas del Caribe suelen formar paisajes encantadores, las del Pacífico están llenas de misterios. De un verde profundo que no te deja ver su interior, podrían tener 40 o 200 metros de profundidad. Y, bajo su superficie, podrían nadar ballenas y sus ballenatos, peces voladores, grupos de delfines o cualquier otro animal marino.

Sus aguas cálidas resguardan el milagro de la vida, que atrae todos los años, al noroccidente de Colombia, a ballenas jorobadas para dar a luz. Entre julio y octubre, entonces, se genera un espectáculo sobrecogedor: animales de 16 metros y 36 000 kg se elevan por unos segundos de la superficie del agua para mostrar toda su magnificencia.

El Chocó comprende cerca de la mitad de la región litoral del Pacífico colombiano, y es el único en el país con salidas a ambos océanos. Sus 30 municipios reúnen selvas, playas, bosques, manglares, llegadas al océano Pacífico y el Atlántico, y todo ello ha hecho que se consolide como una de las regiones más biodiversas del mundo: más de 790 tipos de aves, 206 mamíferos, 188 reptiles y cerca de 200 tipos de peces alberga el territorio.

Aventuras en altamar

Todos los recorridos en el destino suelen hacerse en lancha. Y, en temporada de ballenas, cada trayecto es una oportunidad de avistarlas. Aun cuando no te encuentres con ballenas, existe la posibilidad de encontrarte con delfines nariz de botella, moteados o de hocico largo. También podrías ver animales inesperados, como peces voladores.

Un destino imperdible para el avistamiento es la ensenada de Utria y el Parque Nacional Natural de Utria. Allí suelen entrar las ballenas a dar a luz y puedes verlas desde el barco o desde tierra. También se pueden vislumbrar manglares, arrecifes coralinos y parte de la selva húmeda, junto con su variada fauna y flora.

A la salida de la ensenada de Utria se encuentra Playa Blanca, la única de playa de arenas claras de Chocó, el lugar ideal para almorzar y realizar careteo.

Recorridos en tierra

Al llegar a tierra, las emociones no terminan. Nuquí y Bahía Solano, sus dos municipios más turísticos, destacan por su exuberante naturaleza que crece encima de rocas, donde no debería haber vida. Lo que se acompaña por enormes playas vírgenes, justo a la orilla de la selva, un sinfín de ríos y cascadas que caen al mar, manglares, y una flora y fauna pletórica. En otras palabras, el destino ideal para explorar, caminar, sentir y arriesgarse a hacer todo tipo de actividades.

Uno de los destinos favoritos es Gachalito, ubicado al sur de Nuquí. Allí, existe una amplia oferta hotelera y podrás ver ríos caer al mar, realizar buceo, disfrutar la playa e, incluso, podrá presenciar un espectáculo mágico: sumergirte en la playa de noche y ver el agua brillar.

Si te gusta la aventura, podrás hacer un recorrido lleno de tranquilidad y paisajes majestuosos, eso sí con un poco de esfuerzo, al caminar desde allí hacia Termales, un pueblo a dos horas de distancia reconocido por ser un spa natural con aguas cálidas naturales y piedras volcánicas sumergidas de las que puede obtener lodo azufrado para aplicarte en la piel. A pocos pasos de las piscinas, podrás encontrar un río de aguas frías que completan el tratamiento.

Termales

Posteriormente, el recorrido puede dirigirse a la zona de El Valle. Una recomendación especial es la Playa El Almejal, donde encontrarás hermosos atardeceres y unas olas maravillosas para nadar. Allí, el hotel Kipara destaca por ser el único con piscina en la zona. Un plan especial es conocer los bailes tradicionales, como el tamborito.

Cultura y ancestralidad

Nada de esto estaría completo sin un poco de contacto cultural. Al ser inexplorado, en cualquiera de sus hoteles podrás atisbar un poco sobre la cultura de las comunidades negras, o escuchar fascinantes historias del pasado y presente de las comunidades indígenas.

Te recomendamos reunirte con los locales y preguntarles por historias de terror. Brujas, hechicería, tradiciones mortales indígenas y más son algunos de los relatos que escucharás.

La gastronomía local, por su parte, está marcada por el entorno: sopa de pescado y leche de coco; pescado frito, patacones, arroz con coco y una pequeña ensalada acompañada con limonada es el plato tradicional de la región. El frito es perfecto y no se siente grasoso, pero también encontrarás pescado sudado, apanado, guisado y en otras presentaciones. ¿Lo mejor? Probarás variedades de pescados y plátanos que no sabías que existían.

Y si buscas un contacto cultural aún más profundo, la EtnoAldea Kipará Té es el destino ideal. Es un producto de los indígenas embera dobida, quienes ofrecen un hotel y alojamiento en su aldea a los visitantes que quieran conocer más sobre su cultura. La aldea cuenta con un espacio dedicado a los turistas, con alojamiento, baños, y restaurante dedicados a ellos.

Se encuentra en Puerto Jagua, y parte de la desembocadura de Jurubirá. Los visitantes podrán bañarse en el río, aprender a manejar canoa, conocer sus bailes y música tradicional, probar platos tradicionales, compartir experiencias y escuchar relatos de sus ancestros.

Recomendaciones

  • Chocó es un destino cálido y húmedo, aunque no es tan caliente como se espera. Se recomienda usar ropa fresca y ligera, y llevar sombreros o gorras para proteger el rostro.
  • Recomienda a tus viajeros olvidarse de los tenis y sandalias. Dado que el transporte suele ser en lancha, los zapatos se mojan de inmediato y nunca se secan debido a la humedad. Y los caminos y playas requieren de un zapato que dé soporte y protejan de las rocas. El mejor calzado son zapatos de agua de tela o plástico.
  • Elegir con cuidado al turoperador en el destino. El Chocó es un territorio frágil que requiere de guías experimentados y responsables con el entorno y las ballenas. Existe mucha informalidad.
  • Las lanchas deben estar a más de 100 m. de las ballenas, pues el ruido del motor las asusta.
  • No olvidar llevar repelente de insectos.
  • Lleven dinero en efectivo. Los pagos digitales y cajeros son escasos.

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